ADMA Pozoblanco

Treinta y siete años cumple,nada mas y nada menos, esta romería salesiana a la Patrona de Pozoblanco. Tiempo más que suficiente para que la numerosa familia salesiana reúna a tres generaciones entre las cerca de cuatrocientas personas que nos reunimos en la ermita de Ntra Sra Virgen de Luna.

La ermita se quedaba pequeña ante una familia tan numerosa que, en la eucaristía que abrió el ágape, fue presentando los proyectos de los diferentes grupos que la componen y que quedó arrobada por los cantos del legendario coro de María Auxiliadora en honor a la Virgen de Luna.

Tras la eucaristía esta familia se desparramó por los aledaños a la sombra de un buen árbol, mientras los cooperadores obsequiaban de tajadillas a los presentes y los salesianos las regaban con una copa de Montilla-Moriles. La Hermandad salesiana de la borriquita ofrecía un servicio de bar para aligerar la sed de los romeros y las ADMA sorteaban una imagen de Mª Auxiliadora entre los presentes.

Era curioso ver el continuo trasiego que había entre los distintos grupos y la oferta generosa de los distintos platos culinarios confeccionados para la ocasión. Hay que resaltar como el coro estuvo derramando dulzura toda la sobremesa con sus cantos y su repostería.

Los más pequeños disfrutaron con las distintas piñatas que organizaron los AA.AA. y Cofradía Perdón y Amargura, con gran seguridad. Mientras había un continuo tirar de la cuerda de la campana que era la gran piñata que derramaba sus sones por la campiña, según manda la tradición.

Tras una salve de despedida a la Virgen y las buenas tardes del directos Don Francisco Villalobos, que recordó la necesidad de profundizar en la espiritualidad salesiana, los distintos grupos se fueron retirando para iniciar el curso salesiano con la protección de la Virgen, esperando volver a congregarse en la ermita el próximo año. ¡Viva la Virgen de Luna! ¡Viva María Auxiliadora!