¿Cuál es la imagen de María Auxiliadora?

miércoles, 20 de mayo de 2015

En la historia, ha habido miles de millones de madres, pero cada una ha tenido un rostro distinto. Para un hijo, lo importante no es la imagen corporal, sino la función de madre. Lo demás es secundario.

En la Iglesia, hay muchas imágenes de la Virgen: la del Pilar, la Macarena, la de Covadonga. En estos casos, la imagen ha de ser siempre igual al original, en todos sus detalles. Sería ridículo poner a la Macarena sobre un Pilar, y a la del Pilar con las lágrimas de la Macarena.

Sin embargo, ¿cuál es la imagen oficial de María Auxiliadora? Ninguna. A algunos les puede desconcertar esta afirmación. La colección de estampas, que se reparte durante el Mes de Mayo, nos presenta imágenes diversas de María Auxiliadora.

Con todo, la imagen más conocida y publicada es la que Don Bosco mandó pintar en el cuadro de la basílica de María Auxiliadora de Turín.

Cuadro de la Basílica de María Auxiliadora de Turín. Detalle.
El motivo es claro. En María Auxiliadora, no nos importa su imagen corporal, sino que sea una buena Madre que nos auxilie. Don Bosco nos presentó a María como Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los cristianos. Eso es lo verdaderamente fundamental.

Los europeos representamos a la Virgen a nuestro estilo. Los chinos, japoneses e indios la adornan con delicados perfiles y vestidos. Los negros le dan a la Virgen la ternura de las madres africanas. De todas esas maneras y de muchas más, se pude representar a la Auxiliadora de los cristianos.

Don Bosco dio a su Familia Salesiana esta misión histórica: difundir en la Iglesia universal la devoción a quien es Madre de la Iglesia y Auxiliadora de los cristianos. Él afirmaba: "Difundid la devoción a la Eucaristía y a María Auxiliadora, y veréis lo que son milagros". Jesús, María y la Iglesia son tres pilares en los que se asienta nuestra fe cristiana. Eso nos llena de seguridad, de confianza, de alegría.

Después de comentar que lo importante de María Auxiliadora no es la imagen material, sino su Maternidad espiritual, debemos dar dos pasos más.

Primer paso.
Lo más importante de la Virgen, lo que le da todo su valor, es el Hijo que tiene en sus brazos. Si Ella no fuera la Madre de Dios, la Madre de Jesús, sería una mujer más entre los miles de millones de mujeres que ha habido en la historia. Es Dios quien ha auxiliado a María, haciéndola Inmaculada. Purísima. Y es Jesús quien nos ha regalado a su propia Madre, para que sea nuestra Madre y Auxiliadora.

Segundo paso.
La Virgen María recibió a Jesús, no para quedarse con Él, sino para darlo a todos. La mayoría de las imágenes de la Virgen tienen a Jesús en sus brazos. En la imagen qeu mandó pintar Don Bosco para la basílica de Turín, Jesús está mirando de frente, con los brazos abiertos, como diciendo "Aquí estoy Yo para vosotros, para entregarme a todos".

La imagen de María Auxiliadora la tenemos en la iglesia, rodeada de luces y de flores. Pero la imagen de María Auxiliadora hemos de llevarla, sobre todo, en el corazón y en la vida.

Bautista Aráiz Churio, SDB (Barakaldo)

Revista "Don Bosco en España", número 721. Año XCVII. Mayo/Agosto 2015. Página 24.

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